Curioseando el otro día por Internet, pudimos leer en la revista Muy Interesante, que el pasado 16 de Noviembre, la UNESCO ha decidido incluir a la dieta mediterránea en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La candidatura fue presentada conjuntamente por España, Grecia, Italia y Marruecos el pasado mes de Junio.
Según expone la Unesco, “la dieta mediterránea es un conjunto de competencias, conocimientos, prácticas y tradiciones relacionadas con la alimentación humana, que van desde la tierra a la mesa, abarcando los cultivos, las cosechas y la pesca, así como la conservación, transformación y preparación de los alimentos y, en particular, el consumo de éstos”.
El comité destaca que los ingredientes principales de esta dieta son “el aceite de oliva, los cereales, las frutas y verduras frescas o secas, una proporción moderada de carne, pescado y productos lácteos, y abundantes condimentos y especias, cuyo consumo en la mesa se acompaña de vino o infusiones, respetando siempre las creencias de cada comunidad”. Además, subraya que la dieta mediterránea (cuyo nombre viene de la palabra griega diaita, que quiere decir modo de vida) no comprende solamente la alimentación, sino que es “un elemento cultural que propicia la interacción social”.
Un estudio presentado en el último Encuentro Anual de la Asociación Americana de Neurología revelaba que la dieta mediterránea protege las áreas del cerebro relacionadas con la memoria y el pensamiento, y reduce el riesgo de sufrir infarto cerebral.
Por otra parte, de acuerdo con una investigación publicada en la prestigiosa revista British Medical Journal en 2008, este tipo de alimentación nos protege de la mayoría de enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, las cardiopatías y el mal de Parkinson.
Es curioso que en algunos sitios todavía estén descubriendo la dieta mediterránea, pero para todos los recién llegados, felicidades por el descubrimiento y a disfrutar de nuestra cocina de toda la vida.
Por cierto, existe una Fundación para la Dieta Mediterránea y tiene una página muy curiosa en www.fdmed.org
Lo dicho, con patrimonio de la humanidad o sin él, en La Catedral del Paladar nos continúa apasionando la cocina de toda la vida y como no podía ser de otra forma, la dieta mediterránea.